Lo que destacaría de los resultados positivos anunciados por Moderna es el aspecto de la vacuna bivalente. De hecho, los resultados en modelos animales de sus vacunas específicas para ómicron no fueron todo lo buenos que sería deseable (trabajos aún en estado de preprint). Probablemente esos resultados, y otros que se van conociendo, los llevaron a incluir vacunas para más de una variante en las nuevas formulaciones. Esto refleja la compleja situación con las variantes circulantes ahora mismo, y la necesidad de desarrollar nuevas vacunas diseñadas para ser eficaces frente a varias variantes de preocupación (VOC) lo que, en este momento, necesariamente pasa por la combinación de antígenos en los candidatos vacunales incluso aunque se desarrollen pensados como dosis de refuerzo.

Por otro lado, la alta circulación de ómicron y sus variantes derivadas conlleva, en este momento, una alta tasa de infecciones en su mayoría con síntomas leves o asintomáticas gracias a la eficacia de las vacunas actuales. Esto también indica que se deberían mejorar las vacunas actuales si en un futuro se necesita dar un refuerzo a la población más vulnerable.

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Son datos esperanzadores, aunque necesitamos más detalles que los que se presentan en la nota de prensa de la compañía. Es una buena noticia que la compañía anuncie que se han cumplido los objetivos del ensayo en términos de inmunogenicidad y que se cumplan los criterios de no-inferioridad con respecto a la vacuna original. Es necesario cuanto antes una vacuna que muestre efectividad a nivel de anticuerpos neutralizantes sobre ómicron de cara a las próximas olas para proteger a la población vulnerable.

Son las agencias reguladoras las que ahora deben valorar todos los datos del estudio y emitir su valoración.