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Las personas que ya se vacunaron no deben creer que son completamente inmunes, ya que aún se pueden contagiar de lo que se conoce como «infección posvacunación» (una infección que le ocurre a alguien que ya ha recibido todas sus dosis). Las infecciones posvacunación son relativamente poco frecuentes y la guía del CDC menciona que, típicamente, ~2 semanas después de haber recibido el tratamiento completo de la vacuna contra la COVID-19, el cuerpo crea cierta protección (inmunidad) que puede durar al menos durante varios meses. Tal protección es muy eficaz a la hora de evitar enfermedades graves, hospitalización y la muerte.
Las personas que ya se vacunaron no deben creer que son completamente inmunes, ya que aún se pueden contagiar de lo que se conoce como «infección posvacunación» (una infección que le ocurre a alguien que ya ha recibido todas sus dosis). Las infecciones posvacunación son relativamente poco frecuentes y la guía del CDC menciona que, típicamente, ~2 semanas después de haber recibido el tratamiento completo de la vacuna contra la COVID-19, el cuerpo crea cierta protección (inmunidad) que puede durar al menos durante varios meses. Tal protección es muy eficaz a la hora de evitar enfermedades graves, hospitalización y la muerte.
Las investigaciones muestran que las vacunas autorizadas protegen a un alentadoramente alto porcentaje de personas contra enfermedades graves, hospitalización y muerte. Los datos también sugieren que varias vacunas siguen siendo bastante eficaces contra de las variantes que causan preocupación tales como las Alfa, Beta y Delta.
No obstante, las vacunas no son 100% eficaces en evitar las enfermedades. Las personas que ya se vacunaron no deben creer que son completamente inmunes, ya que aún se pueden contagiar de lo que se conoce como «infección posvacunación» (una infección que le ocurre a alguien que ya ha recibido todas sus dosis). Las infecciones posvacunación son relativamente poco frecuentes y la guía del CDC menciona que, típicamente, ~2 semanas después de haber recibido el tratamiento completo de la vacuna contra la COVID-19, el cuerpo crea cierta protección (inmunidad) que puede durar al menos durante varios meses. Tal protección es muy eficaz a la hora de evitar enfermedades graves, hospitalización y la muerte.
Por ejemplo, Johnson & Johnson presentó estudios sin revisar en julio de 2021y después reportó que su vacuna «generaba una fuerte y persistente actividad en contra de la variante Delta, la cual se propaga rápidamente, y otras variantes virales del SARS-CoV-2 altamente prevalentes. Además, los datos mostraron que la persistencia de la respuesta inmune duró al menos ocho meses, el lapso evaluado hasta esa fecha.» En abril de 2021 Moderna y Pfizer reportaron que la protección de su vacuna contra el COVID-19 puede durar al menos seis meses.
La investigación con revisión externa acerca de la respuesta inmune del cuerpo, que se publicó en la revista científica Nature, descubrió actividad inmune persistente más de cuatro meses después de la vacuna contra la COVID-19, Algunos científicos están explorando si algunas partes de nuestra actividad inmune nos pueden ayudar a determinar si las vacunas son de por vida o si se requieren dosis de refuerzo.
Todavía se sigue investigando la inmunidad a largo plazo de la vacunación contra el COVID-19.
Muchos de los métodos de prevención que usamos en nuestra vida diaria, abarcando desde vacunas a condones, no son efectivos el 100%. Pero las vacunas son usadas ampliamente porque pueden proteger a mucha gente de enfermedad serias. Los Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan la vacunación del COVID-19 para aquellos que sean elegibles, y recuerda al público que «normalmente el cuerpo tarda 2 semanas tras la vacunación en construir protección (inmunidad) contra el virus que causa el COVID-19.»
Las investigaciones muestran que las vacunas autorizadas protegen a un alentadoramente alto porcentaje de personas contra enfermedades graves, hospitalización y muerte. Los datos también sugieren que varias vacunas siguen siendo bastante eficaces contra de las variantes que causan preocupación tales como las Alfa, Beta y Delta.
No obstante, las vacunas no son 100% eficaces en evitar las enfermedades. Las personas que ya se vacunaron no deben creer que son completamente inmunes, ya que aún se pueden contagiar de lo que se conoce como «infección posvacunación» (una infección que le ocurre a alguien que ya ha recibido todas sus dosis). Las infecciones posvacunación son relativamente poco frecuentes y la guía del CDC menciona que, típicamente, ~2 semanas después de haber recibido el tratamiento completo de la vacuna contra la COVID-19, el cuerpo crea cierta protección (inmunidad) que puede durar al menos durante varios meses. Tal protección es muy eficaz a la hora de evitar enfermedades graves, hospitalización y la muerte.
Por ejemplo, Johnson & Johnson presentó estudios sin revisar en julio de 2021y después reportó que su vacuna «generaba una fuerte y persistente actividad en contra de la variante Delta, la cual se propaga rápidamente, y otras variantes virales del SARS-CoV-2 altamente prevalentes. Además, los datos mostraron que la persistencia de la respuesta inmune duró al menos ocho meses, el lapso evaluado hasta esa fecha.» En abril de 2021 Moderna y Pfizer reportaron que la protección de su vacuna contra el COVID-19 puede durar al menos seis meses.
La investigación con revisión externa acerca de la respuesta inmune del cuerpo, que se publicó en la revista científica Nature, descubrió actividad inmune persistente más de cuatro meses después de la vacuna contra la COVID-19, Algunos científicos están explorando si algunas partes de nuestra actividad inmune nos pueden ayudar a determinar si las vacunas son de por vida o si se requieren dosis de refuerzo.
Todavía se sigue investigando la inmunidad a largo plazo de la vacunación contra el COVID-19.
Muchos de los métodos de prevención que usamos en nuestra vida diaria, abarcando desde vacunas a condones, no son efectivos el 100%. Pero las vacunas son usadas ampliamente porque pueden proteger a mucha gente de enfermedad serias. Los Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan la vacunación del COVID-19 para aquellos que sean elegibles, y recuerda al público que «normalmente el cuerpo tarda 2 semanas tras la vacunación en construir protección (inmunidad) contra el virus que causa el COVID-19.»
Se ha extendido información errónea sobre lo que significa cuando una persona vacunada se infecta con el COVID-19, con algunas personas que falsamente reclaman que las vacunas no son efectivas. Las vacunas aprobadas contra el COVID-19 han sido rigurosamente testeadas para su eficacia y protegen a la gran mayoría de los receptores de síntomas serios, hospitalización y muerte. Incluso si una persona vacunada se infecta, la vacunación reduce la probabilidad de que la infección se vuelva más severa y letal.
Se ha extendido información errónea sobre lo que significa cuando una persona vacunada se infecta con el COVID-19, con algunas personas que falsamente reclaman que las vacunas no son efectivas. Las vacunas aprobadas contra el COVID-19 han sido rigurosamente testeadas para su eficacia y protegen a la gran mayoría de los receptores de síntomas serios, hospitalización y muerte. Incluso si una persona vacunada se infecta, la vacunación reduce la probabilidad de que la infección se vuelva más severa y letal.