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En pacientes con trastornos hemorrágicos, la vacuna quizá provoque una caída en los glóbulos sanguíneos que ayudan al cuerpo a formar coágulos y dejar de sangrar. Estos glóbulos sanguíneos reciben el nombre de plaquetas. Los expertos creen que a pesar de la posible caída en el nivel de plaquetas, las ventajas de la vacunación superan sus riesgos.
En pacientes con trastornos hemorrágicos, la vacuna quizá provoque una caída en los glóbulos sanguíneos que ayudan al cuerpo a formar coágulos y dejar de sangrar. Estos glóbulos sanguíneos reciben el nombre de plaquetas. Los expertos creen que a pesar de la posible caída en el nivel de plaquetas, las ventajas de la vacunación superan sus riesgos.
En pacientes con trastornos hemorrágicos, la vacuna quizá provoque una caída en los glóbulos sanguíneos que ayudan al cuerpo a formar coágulos y dejar de sangrar. Estos glóbulos sanguíneos reciben el nombre de plaquetas. Los expertos creen que a pesar de la posible caída en el nivel de plaquetas, las ventajas de la vacunación superan sus riesgos.
Una enfermedad autoinmune común recibe el nombre de púrpura trombocitopática inmunológica y se caracteriza por el bajo número de plaquetas. Las plaquetas se necesitan para la coagulación normal de la sangre, y los niveles bajos pueden resultar en la fácil aparición de hematomas o de hemorragia. Los síntomas varían desde moratones o pequeños puntos rojos bajo la piel, hasta hemorragias cerebrales. El tratamiento de la PTI es individualizado y pueden consistir en medicamento con esteroides, transfusión de plaquetas o extirpación quirúrgica del bazo. Se le recomienda a aquellos pacientes con PTI preexistente o que estén tomando anticoagulantes que consulten primero a un hematólogo para realizar un hemograma antes de vacunarse.
De manera similar, las vacunas por lo general son seguras para las personas que sufren de infecciones sanguíneas. Los pacientes que viven con infección crónica, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), tienen un sistema inmune deprimido. Tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves debido a las enfermedades, razón por la que se recomienda la administración de la mayoría de las vacunas, incluyendo cualquier vacuna autorizada contra la COVID-19. No obstante, tal vez estén en riesgo de desarrollar alguna infección debido a algunos tipos de vacunas, como las vacunas vivas atenuadas. Por lo tanto, se le recomienda a los pacientes que sufren de infecciones sanguíneas que consulten primero a un médico acerca de los planes de vacunación.
En pacientes con trastornos hemorrágicos, la vacuna quizá provoque una caída en los glóbulos sanguíneos que ayudan al cuerpo a formar coágulos y dejar de sangrar. Estos glóbulos sanguíneos reciben el nombre de plaquetas. Los expertos creen que a pesar de la posible caída en el nivel de plaquetas, las ventajas de la vacunación superan sus riesgos.
Una enfermedad autoinmune común recibe el nombre de púrpura trombocitopática inmunológica y se caracteriza por el bajo número de plaquetas. Las plaquetas se necesitan para la coagulación normal de la sangre, y los niveles bajos pueden resultar en la fácil aparición de hematomas o de hemorragia. Los síntomas varían desde moratones o pequeños puntos rojos bajo la piel, hasta hemorragias cerebrales. El tratamiento de la PTI es individualizado y pueden consistir en medicamento con esteroides, transfusión de plaquetas o extirpación quirúrgica del bazo. Se le recomienda a aquellos pacientes con PTI preexistente o que estén tomando anticoagulantes que consulten primero a un hematólogo para realizar un hemograma antes de vacunarse.
De manera similar, las vacunas por lo general son seguras para las personas que sufren de infecciones sanguíneas. Los pacientes que viven con infección crónica, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), tienen un sistema inmune deprimido. Tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves debido a las enfermedades, razón por la que se recomienda la administración de la mayoría de las vacunas, incluyendo cualquier vacuna autorizada contra la COVID-19. No obstante, tal vez estén en riesgo de desarrollar alguna infección debido a algunos tipos de vacunas, como las vacunas vivas atenuadas. Por lo tanto, se le recomienda a los pacientes que sufren de infecciones sanguíneas que consulten primero a un médico acerca de los planes de vacunación.
Han surgido informes recientes sobre coágulos (trombosis) con púrpura trombocitopática inmunológica (PTI) después de haber recibido la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19. Los casos ocurrieron principalmente entre los jóvenes en el Reino Unido. Aunque la vacuna de AstraZeneca no se distribuye en los EE.UU., se han reportado infrecuentes pare graves casos de PTI después de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19, y que resultaron en hospitalización y muerte, pero no se ha verificado un nexo causal.
La incertidumbre acerca de que si las vacunas provocaron tales episodios condujo a los investigadores en la Universidad de Edimburgo a evaluar el riesgo de episodios de sangrado en 2.53 millones de adultos hasta 27 días después de haber recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca o de Pfizer. Los investigadores han descubierto un riesgo ligeramente mayor de PTI después de la primera dosis de AstraZeneca, a un nivel similar al de otras vacunas, tales como las de la influenza, el sarampión, las paperas y la rubéola. Aconsejaron que el mínimo riesgo se debe interpretar dentro del contexto de las mayores ventajas de la vacuna. La vacuna de Pfizer no se relacionó con ningún evento adverso.
Las pruebas de este estudio, publicadas en Nature Medicine, contribuyeron a que Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés) diese consejo al gobierno del Reino Unido en mayo de 2021. El JCVI observó una preferencia por parte de la gente menor de 40 años a recibir una vacuna alternativa de AstraZeneca solo si había suficientes vacunas y si la espera no retrasaba que se vacunaran por completo.
Otras administraciones sanitarias como la Organización Mundial de la Salud, la Agencia Europea de Medicamentos, la Sociedad Americana de Hematología y el consejo médico de la Asociación de Apoyo del Trastorno Plaquetario, están de acuerdo en que las ventajas de recibir la vacuna contra la COVID-19 superan con creces los riesgos.
Aquellos pacientes que corran el riesgo de desarrollar hemorragias o síntomas de hematomas, deben consultar a un hematólogo antes de vacunarse. Todos los adultos elegibles sin ningún trastorno hemorrágico preexistente se pueden vacunar y no preocuparse de que vayan a sufrir de sangrado excesivo.
Han surgido informes recientes sobre coágulos (trombosis) con púrpura trombocitopática inmunológica (PTI) después de haber recibido la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19. Los casos ocurrieron principalmente entre los jóvenes en el Reino Unido. Aunque la vacuna de AstraZeneca no se distribuye en los EE.UU., se han reportado infrecuentes pare graves casos de PTI después de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19, y que resultaron en hospitalización y muerte, pero no se ha verificado un nexo causal.
La incertidumbre acerca de que si las vacunas provocaron tales episodios condujo a los investigadores en la Universidad de Edimburgo a evaluar el riesgo de episodios de sangrado en 2.53 millones de adultos hasta 27 días después de haber recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca o de Pfizer. Los investigadores han descubierto un riesgo ligeramente mayor de PTI después de la primera dosis de AstraZeneca, a un nivel similar al de otras vacunas, tales como las de la influenza, el sarampión, las paperas y la rubéola. Aconsejaron que el mínimo riesgo se debe interpretar dentro del contexto de las mayores ventajas de la vacuna. La vacuna de Pfizer no se relacionó con ningún evento adverso.
Las pruebas de este estudio, publicadas en Nature Medicine, contribuyeron a que Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés) diese consejo al gobierno del Reino Unido en mayo de 2021. El JCVI observó una preferencia por parte de la gente menor de 40 años a recibir una vacuna alternativa de AstraZeneca solo si había suficientes vacunas y si la espera no retrasaba que se vacunaran por completo.
Otras administraciones sanitarias como la Organización Mundial de la Salud, la Agencia Europea de Medicamentos, la Sociedad Americana de Hematología y el consejo médico de la Asociación de Apoyo del Trastorno Plaquetario, están de acuerdo en que las ventajas de recibir la vacuna contra la COVID-19 superan con creces los riesgos.
Aquellos pacientes que corran el riesgo de desarrollar hemorragias o síntomas de hematomas, deben consultar a un hematólogo antes de vacunarse. Todos los adultos elegibles sin ningún trastorno hemorrágico preexistente se pueden vacunar y no preocuparse de que vayan a sufrir de sangrado excesivo.