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La vacuna de Johnson & Johnson contra la COVID-19 se sometió a pruebas preclínicas con macacos rhesus y hámsteres dorados sirios antes de los ensayos en humanos.
La vacuna de Johnson & Johnson contra la COVID-19 se sometió a pruebas preclínicas con macacos rhesus y hámsteres dorados sirios antes de los ensayos en humanos.
La vacuna de Johnson & Johnson (J&J) contra la COVID-19 se probó primero en macacos rhesus y luego en hámsteres dorados sirios. Los detalles de ambos estudios se han publicado en la revista científica Nature.
En el primer ensayo, 32 primates recibieron una sola dosis de la vacuna basada en vectores víricos y 20 recibieron un placebo. Las vacunas basadas en vectores víricos utilizan una versión modificada de un virus inofensivo para activar el sistema inmunitario y dar lugar a que nuestro sistema inmunitario pueda combatir un virus dañino como el de la COVID-19. Después de 4 semanas, todos los macacos vacunados demostraron respuestas inmunitarias. Después de 6 semanas, cuando fueron expuestos a la cepa original de la COVID-19 o a la variante B.1351, 5 de cada 6 monos vacunados estaban completamente protegidos contra ambas formas del virus.
Los investigadores concluyeron que una sola dosis de la vacuna fue eficaz para proporcionar inmunidad completa o casi completa en macacos Rhesus.
En el segundo ensayo, 50 hámsteres recibieron una sola dosis de la vacuna y 10 recibieron un placebo. Después de 4 semanas, los hámsteres fueron expuestos a una dosis alta de COVID-19. Los investigadores comprobaron que los hámsteres vacunados perdieron menos peso y tenían menos virus en los pulmones y otros órganos en comparación con los hámsteres que habían recibido un placebo. No hubo mortalidad entre los hámsteres vacunados, mientras que algunos de los hámsteres no vacunados murieron. Este estudio demostró que una sola dosis de la vacuna de Johnson & Johnson protegió a los hámsteres contra la enfermedad clínica grave y la muerte después de haber estado expuestos a una dosis alta de coronavirus.
La vacuna de Johnson & Johnson (J&J) contra la COVID-19 se probó primero en macacos rhesus y luego en hámsteres dorados sirios. Los detalles de ambos estudios se han publicado en la revista científica Nature.
En el primer ensayo, 32 primates recibieron una sola dosis de la vacuna basada en vectores víricos y 20 recibieron un placebo. Las vacunas basadas en vectores víricos utilizan una versión modificada de un virus inofensivo para activar el sistema inmunitario y dar lugar a que nuestro sistema inmunitario pueda combatir un virus dañino como el de la COVID-19. Después de 4 semanas, todos los macacos vacunados demostraron respuestas inmunitarias. Después de 6 semanas, cuando fueron expuestos a la cepa original de la COVID-19 o a la variante B.1351, 5 de cada 6 monos vacunados estaban completamente protegidos contra ambas formas del virus.
Los investigadores concluyeron que una sola dosis de la vacuna fue eficaz para proporcionar inmunidad completa o casi completa en macacos Rhesus.
En el segundo ensayo, 50 hámsteres recibieron una sola dosis de la vacuna y 10 recibieron un placebo. Después de 4 semanas, los hámsteres fueron expuestos a una dosis alta de COVID-19. Los investigadores comprobaron que los hámsteres vacunados perdieron menos peso y tenían menos virus en los pulmones y otros órganos en comparación con los hámsteres que habían recibido un placebo. No hubo mortalidad entre los hámsteres vacunados, mientras que algunos de los hámsteres no vacunados murieron. Este estudio demostró que una sola dosis de la vacuna de Johnson & Johnson protegió a los hámsteres contra la enfermedad clínica grave y la muerte después de haber estado expuestos a una dosis alta de coronavirus.
Antes de que las vacunas puedan administrarse a humanos en ensayos clínicos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) exige que los investigadores realicen ensayos preclínicos en animales.
Aunque la necesidad urgente de una vacuna contra la COVID-19 ha acelerado los ensayos de las vacunas, con menos pruebas en animales de lo habitual, todas las vacunas contra la COVID-19 a las que se les ha concedido la autorización de uso de emergencia se han sometido a pruebas en animales para comprobar su seguridad y eficacia.
Una publicación en las redes sociales que afirmaba que los fabricantes de la vacuna contra la COVID-19 “omitieron todos los ensayos en animales porque todos los animales estaban muriendo” aludía a una audiencia del Senado del estado de Texas que tuvo lugar el 6 de mayo de 2021. Un tema discutido fue el Proyecto de Ley 1669, que busca prohibir la discriminación respecto al estado de vacunación. Desde el minuto 44:23 hasta el 45:30 de la grabación de la audiencia, el senador de Texas Bob Hall declaró que los ensayos en animales se omitieron debido a la muerte de los animales, y la pediatra Dra. Angelina Farella estuvo de acuerdo.
Estas afirmaciones son falsas. Todos los fabricantes de vacunas contra la COVID-19 realizaron ensayos en animales y ninguno demostró problemas de seguridad significativos. Si bien Moderna y Pfizer recibieron la aprobación de la FDA para realizar ensayos en animales y ensayos iniciales en humanos simultáneamente, esto no significa que los ensayos en animales hayan sido omitidos o acortados.
Antes de que las vacunas puedan administrarse a humanos en ensayos clínicos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) exige que los investigadores realicen ensayos preclínicos en animales.
Aunque la necesidad urgente de una vacuna contra la COVID-19 ha acelerado los ensayos de las vacunas, con menos pruebas en animales de lo habitual, todas las vacunas contra la COVID-19 a las que se les ha concedido la autorización de uso de emergencia se han sometido a pruebas en animales para comprobar su seguridad y eficacia.
Una publicación en las redes sociales que afirmaba que los fabricantes de la vacuna contra la COVID-19 “omitieron todos los ensayos en animales porque todos los animales estaban muriendo” aludía a una audiencia del Senado del estado de Texas que tuvo lugar el 6 de mayo de 2021. Un tema discutido fue el Proyecto de Ley 1669, que busca prohibir la discriminación respecto al estado de vacunación. Desde el minuto 44:23 hasta el 45:30 de la grabación de la audiencia, el senador de Texas Bob Hall declaró que los ensayos en animales se omitieron debido a la muerte de los animales, y la pediatra Dra. Angelina Farella estuvo de acuerdo.
Estas afirmaciones son falsas. Todos los fabricantes de vacunas contra la COVID-19 realizaron ensayos en animales y ninguno demostró problemas de seguridad significativos. Si bien Moderna y Pfizer recibieron la aprobación de la FDA para realizar ensayos en animales y ensayos iniciales en humanos simultáneamente, esto no significa que los ensayos en animales hayan sido omitidos o acortados.