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El midazolam es un sedante que se administra principalmente a los pacientes antes de una cirugía o una intervención médica, para ayudar con las convulsiones y a los pacientes en estado crítico en los centros hospitalarios. El medicamento no se ha relacionado con muertes prematuras en pacientes que fueron etiquetados erróneamente a propósito como muertes causadas por COVID-19.
El midazolam es un sedante que se administra principalmente a los pacientes antes de una cirugía o una intervención médica, para ayudar con las convulsiones y a los pacientes en estado crítico en los centros hospitalarios. El medicamento no se ha relacionado con muertes prematuras en pacientes que fueron etiquetados erróneamente a propósito como muertes causadas por COVID-19.
El midazolam también se conoce bajo la marca Versed. Se usa con mayor frecuencia antes de cirugías o intervenciones con el fin de reducir la ansiedad, causar somnolencia y ayudar con la anestesia en pacientes que necesitan tubos o maquinas para ayudarlos a respirar.
Los usos menos frecuentes del medicamento son para grupos de convulsiones de pacientes epilépticos. El midazolam se usa también en cuidados paliativos para pacientes con dolor crónico o con enfermedades terminales, para favorecer una sensación de tranquilidad y aliviar el malestar. El medicamento también puede ayudar a las personas a olvidar algunos recuerdos asociados con intervenciones médicas, como colonoscopias o restablecimiento de articulaciones dislocadas.
El medicamento se utilizó por primera vez en una medicina en 1982. Ahora figura en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud. Se ha utilizado el midazolam en la atención médica de la COVID-19 en personas que han sido sedadas mientras usaban respiradores.
El fármaco actúa disminuyendo la actividad cerebral, lo que ayuda con la relajación y el sueño. Es una benzodiazepina, que es un grupo de medicamentos que disminuye el sistema nervioso central. El medicamento es administrado con mayor frecuencia en hospitales, consultorios dentales o en otros entornos médicos. Es más poderoso, dura menos y puede causar menos dolor en el lugar de la inyección que otras benzodiazepinas. A diferencia de otras benzodiazepinas, debe ser administrado por un profesional médico.
El midazolam posee una advertencia de caja negra de administración de alimentos y fármacos de los Estados Unidos, que señala que el medicamento ha sido asociado con la depresión y paro respiratorio porque puede reducir o detener la respiración. Las advertencias de caja negra se emiten a los consumidores cuando los medicamentos o productos pueden tener efectos secundarios o potencialmente mortales que podrían conducir a una enfermedad grave, hospitalizaciones y muerte. Por eso, es vital que los profesionales médicos administren el medicamento en dosis específicas y supervisen a los pacientes después de que hayan recibido la dosis.
En los últimos años, el midazolam se ha utilizado como uno de los tres medicamentos que cuando al combinarse, se administra a los presos como parte de las ejecuciones por pena de muerte. Este uso ha sido muy controvertido y sujeto a varias demandas debido a problemas que han surgido como parte de las ejecuciones, incluida la muerte de un hombre que tardó más de dos horas en completarse.
El uso del midazolam como medicamento para el cuidado de los últimos días de vida y como un fármaco utilizado en ejecuciones, no debe confundirse con la implicación de que el fármaco se está utilizando para acabar con la vida de pacientes con COVID-19 en los hospitales. No hay datos que sugieran que este evento haya ocurrido en estas circunstancias. A los pacientes con diagnósticos terminales que han recibido el fármaco, se les ha administrado el medicamento para aliviar su sufrimiento, no para acabar con sus vidas.
El midazolam también se conoce bajo la marca Versed. Se usa con mayor frecuencia antes de cirugías o intervenciones con el fin de reducir la ansiedad, causar somnolencia y ayudar con la anestesia en pacientes que necesitan tubos o maquinas para ayudarlos a respirar.
Los usos menos frecuentes del medicamento son para grupos de convulsiones de pacientes epilépticos. El midazolam se usa también en cuidados paliativos para pacientes con dolor crónico o con enfermedades terminales, para favorecer una sensación de tranquilidad y aliviar el malestar. El medicamento también puede ayudar a las personas a olvidar algunos recuerdos asociados con intervenciones médicas, como colonoscopias o restablecimiento de articulaciones dislocadas.
El medicamento se utilizó por primera vez en una medicina en 1982. Ahora figura en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud. Se ha utilizado el midazolam en la atención médica de la COVID-19 en personas que han sido sedadas mientras usaban respiradores.
El fármaco actúa disminuyendo la actividad cerebral, lo que ayuda con la relajación y el sueño. Es una benzodiazepina, que es un grupo de medicamentos que disminuye el sistema nervioso central. El medicamento es administrado con mayor frecuencia en hospitales, consultorios dentales o en otros entornos médicos. Es más poderoso, dura menos y puede causar menos dolor en el lugar de la inyección que otras benzodiazepinas. A diferencia de otras benzodiazepinas, debe ser administrado por un profesional médico.
El midazolam posee una advertencia de caja negra de administración de alimentos y fármacos de los Estados Unidos, que señala que el medicamento ha sido asociado con la depresión y paro respiratorio porque puede reducir o detener la respiración. Las advertencias de caja negra se emiten a los consumidores cuando los medicamentos o productos pueden tener efectos secundarios o potencialmente mortales que podrían conducir a una enfermedad grave, hospitalizaciones y muerte. Por eso, es vital que los profesionales médicos administren el medicamento en dosis específicas y supervisen a los pacientes después de que hayan recibido la dosis.
En los últimos años, el midazolam se ha utilizado como uno de los tres medicamentos que cuando al combinarse, se administra a los presos como parte de las ejecuciones por pena de muerte. Este uso ha sido muy controvertido y sujeto a varias demandas debido a problemas que han surgido como parte de las ejecuciones, incluida la muerte de un hombre que tardó más de dos horas en completarse.
El uso del midazolam como medicamento para el cuidado de los últimos días de vida y como un fármaco utilizado en ejecuciones, no debe confundirse con la implicación de que el fármaco se está utilizando para acabar con la vida de pacientes con COVID-19 en los hospitales. No hay datos que sugieran que este evento haya ocurrido en estas circunstancias. A los pacientes con diagnósticos terminales que han recibido el fármaco, se les ha administrado el medicamento para aliviar su sufrimiento, no para acabar con sus vidas.
En siete estados en los Estados Unidos, el midazolam ha sido utilizado junto con dos medicamentos como un fármaco de inyección letal en los casos en que se ha dictado la pena de muerte. Sin embargo, el uso del midazolam en este contexto es muy raro. Se usa principalmente como un sedante antes de procedimientos médicos o para ayudar a los pacientes en cuidados paliativos con el manejo del dolor y la ansiedad, evitar convulsiones y tratar el insomnio a corto plazo.
Artículos recientes de un sitio web como The Daily Expose sugieren que el midazolam se ha utilizado en Reino Unido para «acabar prematuramente con las vidas de miles y miles de personas», a quiénes se les dijo al público que murieron de COVID-19. No existe evidencia que sugiera que el fármaco se haya utilizado para acabar con la vida de ningún paciente. Mejor dicho, es muy probable que el midazolam se utilizó en pacientes ventilados con COVID-19. Es uno de los dos medicamentos benzodiazepínicos más comúnmente utilizados para la sedación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Este medicamento es usado con frecuencia en pacientes gravemente enfermos para mantenerlos tranquilos, permitir que sus cuerpos se recuperen mediante el descanso y aliviar las molestias y otros síntomas físicos.
Este fármaco ha sido utilizado frecuentemente debido al impacto del virus en pacientes ingresados en el hospital, así que actualmente figura como parte de una escasez de medicamentos causada por el COVID-19. Esto no se debe al uso muy poco frecuente de midazolam en ejecuciones exigidas por el estado. Se debe a la propagación y a los síntomas del coronavirus de cientos de millones de personas alrededor del mundo.
En siete estados en los Estados Unidos, el midazolam ha sido utilizado junto con dos medicamentos como un fármaco de inyección letal en los casos en que se ha dictado la pena de muerte. Sin embargo, el uso del midazolam en este contexto es muy raro. Se usa principalmente como un sedante antes de procedimientos médicos o para ayudar a los pacientes en cuidados paliativos con el manejo del dolor y la ansiedad, evitar convulsiones y tratar el insomnio a corto plazo.
Artículos recientes de un sitio web como The Daily Expose sugieren que el midazolam se ha utilizado en Reino Unido para «acabar prematuramente con las vidas de miles y miles de personas», a quiénes se les dijo al público que murieron de COVID-19. No existe evidencia que sugiera que el fármaco se haya utilizado para acabar con la vida de ningún paciente. Mejor dicho, es muy probable que el midazolam se utilizó en pacientes ventilados con COVID-19. Es uno de los dos medicamentos benzodiazepínicos más comúnmente utilizados para la sedación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Este medicamento es usado con frecuencia en pacientes gravemente enfermos para mantenerlos tranquilos, permitir que sus cuerpos se recuperen mediante el descanso y aliviar las molestias y otros síntomas físicos.
Este fármaco ha sido utilizado frecuentemente debido al impacto del virus en pacientes ingresados en el hospital, así que actualmente figura como parte de una escasez de medicamentos causada por el COVID-19. Esto no se debe al uso muy poco frecuente de midazolam en ejecuciones exigidas por el estado. Se debe a la propagación y a los síntomas del coronavirus de cientos de millones de personas alrededor del mundo.